Crónica
por: Eduardo Castillo 20 de mayo de 2025
Luego de varios días de silencio, Martín de los Santos Lehmann, acusado de atacar brutalmente a un conserje en Vitacura, rompió el silencio con un mensaje en redes sociales. El sujeto utilizó su cuenta de Instagram para dar su versión de los hechos y asegurar que fue víctima de una violenta represalia.
Publicación en Instagram y relato de agresión
El hombre de 32 años compartió un extenso mensaje donde afirmó: “Hoy rompo el silencio, no por miedo, sino por claridad”. En el texto, aseguró que fue atacado por un grupo de desconocidos el 18 de mayo, un día después del hecho que lo involucra con la golpiza al conserje.
Según su relato, “fui emboscado por un grupo de al menos 8 personas, algunos armados con fierros, frente a funcionarios de Gendarmería, en pleno centro de Santiago. Me golpearon durante más de 30 minutos con intención de matarme”.
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Caso Vitacura: consecuencias para la víctima
El ataque original ocurrió en un edificio de Vitacura, la madrugada del sábado 17 de mayo. El conserje, de 70 años, terminó hospitalizado con serias lesiones, fracturas, riesgo de perder la visión en un ojo y un estado emocional gravemente afectado, según relató su familia.
A pesar de sus antecedentes por hechos de violencia, incluso contra Carabineros, el agresor fue formalizado, pero no quedó en prisión preventiva.
Declaraciones de defensa y cierre de mensaje
En la misma publicación, De los Santos señaló que ha recibido “amenazas de muerte” hacia él y sus familiares. En ese contexto, reafirmó su postura con un mensaje desafiante: “Estoy bien. Estoy de pie. Estoy en paz. Y voy a defender mi verdad por todas las vías legales, públicas y espirituales. No soy un criminal. No soy una víctima pasiva. Soy un hombre libre y consciente, que confía en la justicia”.
El mensaje terminó con una frase dirigida a quienes siguen el caso: “Gracias a quienes me han apoyado, compartido y apoyado en este proceso. Gracias a quienes se mantienen en silencio observando: este también es su momento. La historia no la escriben los cobardes”.
CLAVES
