
La actriz chilena Mane Swett atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida personal. Aunque la Corte Suprema de Estados Unidos desestimó extender el plazo para apelar el fallo que entregó la custodia de su hijo Santiago al periodista John Bowe, su defensa insiste en revertir esta decisión.
El proceso legal, que comenzó por una visita al extranjero, ha terminado con Swett prácticamente sin contacto con su hijo.
Recurso legal cuestiona interpretación de la Convención de La Haya
El documento presentado ante el máximo tribunal el pasado 22 de mayo, redactado por el abogado Richard Min, denuncia que el tribunal de primera instancia interpretó de forma errónea la Convención de La Haya sobre sustracción de menores.
¿Por qué es importante que las personas nacidas entre 1971 y 1981 se vacunen contra el sarampión?
Desde el Minsal, se está haciendo un llamado a todas las personas que nacieron entre 1971 y 1981 para que se acerquen a los vacunatorios. Expertas están analizando las razones detrás de esta decisión.
El recurso detalla cómo esta supuesta aplicación incorrecta de la normativa internacional dejó a la actriz sin opciones para mantener el vínculo con su hijo.
El deterioro en el vínculo madre-hijo
Uno de los aspectos más sensibles del escrito es el quiebre emocional en la relación entre Mane y su hijo Santiago.
“El comportamiento del menor tras la retención ilícita reflejó aún más el grado de influencia indebida (de su padre). Su relación con su madre se volvió distante y hostil. Rechazó el afecto físico de su madre y expresó su enojo por el litigio”, describe el texto.
“Un patrón de manipulación no resuelto por los tribunales”
Según la defensa, el distanciamiento no fue producto de una sentencia judicial, sino de una estrategia planeada para separar al menor de su madre.
“Lo que comenzó como una visita rutinaria entre padre e hijo, se convirtió en un esfuerzo calculado para distanciar a un niño de su madre (…). Su otrora estrecha relación con su hijo ha sido reemplazada por silencio y distanciamiento, todo siguiendo un patrón de manipulación que los tribunales inferiores reconocieron, pero no lograron remediar”, sostiene el documento.
Preocupación por consecuencias futuras
El abogado advirtió que decisiones como esta pueden ser utilizadas por otros progenitores para justificar la retención indebida de menores.
«El Convenio de La Haya fue diseñado para evitar este mismo resultado. Ningún padre debería tener que ver cómo su hijo se aleja, no por una determinación judicial de custodia, sino porque la ley no protegió el vínculo paterno filial de los efectos corrosivos de la alienación», asegura.
«Se corre el riesgo de sentar un precedente peligroso: convertir la demora en una herramienta para la sustracción de menores», alerta el texto.
La fecha clave ahora es el 26 de junio, día en que la Corte decidirá si acepta o no revisar el caso de Mane Swett. Si no lo hace, se agotan sus posibilidades legales para reencontrarse con su hijo en Chile.